Los resultados del último CIS arrojan algunas pistas del panorama político que espera, pero pocas certezas para decidir por dónde se cortará el bacalao el próximo 26J. El margen de error de +- 2-3% que implica cualquier tipo de sondeos y el alto grado de abstención que se atisba solo contribuyen a aumentar una incertidumbre que concentra su atención en dos puntos clave: ¿aceptará Ciudadanos a Rajoy? Y si no, ¿serán presidentes Sánchez o Iglesias?
Los expertos en consultoría política coinciden al señalar que, a tenor de las encuestas publicadas hasta la fecha, los cambios que se aprecian con respecto a las elecciones generales del 20 "son pequeños". Dos puntos arriba, tres puntos abajo. Pero cualquier distancia, por pequeña que sea puede ser crucial.
La cocina del CIS
La cocina (término empleado en demoscopia para cruzar unos datos con otros y dar una lectural final) -apuntan fuentes especializadas en las encuestas políticas-, es notable en el último barómetro del CIS. Los porcentajes no se amoldan a las conclusiones. Hay demasiadas diferencias entre la estimación de voto y la intención de voto directo. Sin embargo, explica el consultor político José Luis Sanchís, lo sí que se puede extraer de estos datos es que "el partido más a la izquierda (Podemos) y el partido más a la derecha (Partido Popular) son los que menos cambian. Y, ¿por qué? Pues porque la intención de voto directa siempre es la misma".
Así pues, es más que probable que pasada el 26J "nos encontremos en una situación muy similar a la del 20D". "En efecto, se puede reproducir la misma tesitura", abunda a EcoDiario.es el profesor Sanchís. "Es más que probable que alguien de los cuatro partidos se tenga que abstener, porque, si bien el PP puede ganar las elecciones, dependerá en gran medida de Ciudadanos y de si este partido quiere aceptar a Rajoy de presidente. Y en el caso de que la balanza se incline a la izquierda, la pregunta será quién va a ser presidente, ¿Sánchez o Iglesias? Porque Sánchez puede ser aceptado por Ciudadanos, pero dudo de que sea aceptado por Podemos. Y Podemos puede ser aceptado por el PSOE, pero, ¿qué haría en ese caso C's? Pese a ello, ni siquiera estas combinaciones parecen suficientes. En cualquiera de las hipótesis los bloques necesitarán la abstención de otro partido. En definitiva, alguien tendrá que decir yo me abstengo", suscribe.
Por tanto, valora el analista, "el centro es el que tendrá el control. Eso sí, siempre va a necesitar a PP o a Podemos. Así pues, podemos decir que la incertidumbre es la característica reina de esta campaña electoral, ya que realmente no se puede hacer otra cosa. Las estrategias están prácticamente definidas. Es verdad que hay que jugar a corto plazo, pero sobre todo, no hay que olvidar que lo importante será el día después del 26J", determina.
Entidades
