
Será la primera vez que las formaciones políticas tengan que enfrentarse a un nuevo diseño de campaña cinco meses después de unas elecciones generales.
PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, principalmente, tendrán que replantearse los puntos que flaquearon de cara al 20D para pulirlos y triunfar en las urnas en la próxima cita con las urnas, el 26 de junio.
Expertos politólogos consultados por El Periódico de Cataluña ofrecen su diagnóstico acerca de lo que falló y lo que es necesario enmendar.
Partido Popular
Una buena campaña con el peor candidato, sentencian los expertos. Según estos, el PP se dirigió a asegurar a su electorado fiel, las personas mayores y el mundo rural.
Sus mayores errores se concentraron en las redes sociales, a las que la formación se incorporó de modo tardío sin lograr el resultado que buscaban: incorporar a profesionales de entre 35 y 50 años.
El polémico debate a cuatro que Rajoy esquivó enviando a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tiene una doble lectura. Rajoy fue muy criticado por sus contrincantes políticos, acusado de cobardía. Sin embargo, pudo favorecerle esa nula exposición, con el fin de evitar males mayores.
El encarnizado ataque a Ciudadanos fue el resultado de encuestas con datos que nunca se cumplieron, como un mayor éxito del partido de Albert Rivera. Este asalto a C's tampoco dio sus frutos al PP.
PSOE
La estrategia de la campaña resultaba complicada de definir, ya que los socialistas se enfrentaban a rivales a ambos flancos por primera vez: a la derecha (PP), y a la izquierda (Podemos). Entre los fallos que señalan los politólogos, destaca la falta de un mayor contenido y de propuestas estrella en su campaña.
Los debates tampoco favorecieron del todo a Pedro Sánchez por su actitud "encorsetada" y errores de bulto como el insulto a Mariano Rajoy, a quien llamó "indecente" y del que admitió arrepentirse hace unos días.
La indefinición ha sido otro de los puntos achacados al PSOE, que trató de captar votantes a izquierda y derecha sin centrarse en un segmento social específico.
Podemos
Su campaña de movilización final surtió un impactante efecto de remontada. A pesar de este éxito, los expertos señalan que el partido de Pablo Iglesias fue el que más tarde comenzó la campaña electoral, y de manera menos definida ni estructurada.
Su lenguaje agresivo no proporcionó a los 'morados' ningún rédito, ya que les alejó del electorado no vinculado a los círculos.
Tampoco acertaron en su objetivo de acercarse a sectores sociales de modo transversal: solo llegaron a las ciudades con mayor deseo de transformaciones políticas y mayor capacidad crítica. Tampoco convencieron a un electorado que desea el cambio pero que no se siente seducido por el discurso de Iglesias y sospecha del mismo.
Ciudadanos
Los politólogos señalan la campaña de Albert Rivera como la peor en todos los sentidos. Apuntan a que tuvieron un comienzo muy temprano, y se quedaron sin propuestas en la recta final de la campaña, que es el momento definitivo para que muchos electores decidan su voto.
Los mensajes cruzados y poco coordinados tampoco favorecieron a la formación naranja, como el caso de la violencia sexista, que provocó una fuerte polémica que no interesaba a Rivera.
Los debates, la especialidad de Rivera, se convirtieron en inesperado punto flaco al renunciar el candidato a su estilo más incisivo y adoptar una personalidad institucional que le restó atractivo, según los expertos.