
Mientras unos y otros piden incesantemente la cabeza de Mariano Rajoy, la maquinaria electoral del PP se tritura el magín para hacer cosas diferentes y lograr resultados diferentes en los comicios generales que se celebrarán el próximo 26J. Los jóvenes del PP ven con buenos ojos que Rajoy eche mano de un megáfono en los actos de la próxima campaña
Bajo esta premisa, Jorge Moragas y su equipo están dispuesto a rediseñar sus estrategias ante los siguientes elecciones, por lo que se rumorea que, entre los cambios, se está estudiando renunciar a los grandes mítines para celebrar pequeños actos que acerquen el partido a los votantes.
La iniciativa en sí ya ha generado el revuelo en el partido -aseguran desde Génova-, ya que muchos de sus primeros espadas dudan de que a Mariano Rajoy le convenga dar imagen de líder dispuesto a subirse a una tarima "megáfono en mano".
"No lo veo desgañitándose a Pablo Iglesias", comentan con cierta sorna, a la par que recuerdan el día que se puso en pie sobre un banco en Zamora, durante la última campaña, para improvisar un discurso. De momento, el principal interesado, el propio Rajoy, no ha dicho qué le parece está fórmula de los mítines de cercanías.
Ayer, Mariano Rajoy admitió que no le gustan los debates televisivos porque "exigen preparación y hacerlos bien". Hoy, el diario El Mundo avanza que el PP empuja a Rajoy a no esquivar el debate a cuatro, y como alternativa se plantean encuentros cara a cara con los otros candidatos, por tanto, con la celebración de tres debates cara a cara entre el presidente y el resto de candidatos.