
El mapa de España está dividido en 52 circunscripciones, tantas como provincias hay más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Las hay enormes, que por población aportan al Congreso un montón de diputados, y las hay ínfimas, que apenas tienen unos pocos representantes en la Cámara Baja. Especial elecciones generales del 20D. Especial elecciones generales del 20D.
A menos de un mes de los comicios generales, de los diferentes pesos de cada una de esas piezas del puzzle saldrá la composición final de unas Cortes que auguran la legislatura más disputada y repartida de las últimas décadas.
Ahora bien, ¿qué posibilidades reales tienen los partidos emergentes de superar a los partidos tradicionales? Atendiendo al mapa electoral, pocas: en treinta años de democracia, doce de esas 52 circunscripciones jamás han votado a una lista fuera del bipartidismo.
¿Y qué es eso de 'votar al bipartidismo'? Se refiere a votar a una de las dos opciones mayoritarias según el momento. Empezó, allá por los albores de la Transición, con un reparto UCD-PSOE, pero que se fue tornando poco a poco en la dicotomía PP-PSOE... hasta hoy.
Hay casos lógicos, ya que las circunscripciones más pequeñas eligen sólo a tres diputados, por lo que es matemáticamente imposible que pudieran mandar a más de tres representantes políticos de partidos distintos. Ahora bien, en esa lista de 'bastiones del bipartidismo' hay también algunas circunscripciones algo más holgadas donde si se reparten los apoyos entre sólo dos opciones es porque los votantes se empeñan en ello.
¿Y cuáles son los bastiones? La cosa está repartida geográficamente: las dos provincias extremeñas, las Islas Baleares, tres provincias castellanomanchegas -de norte a sur Guadalajara, Cuenca y Albacete-, dos provincias castellanoleonesas -Burgos y Palencia-, dos andaluzas -Almería y Huelva- y dos aragonesas -Teruel y Huesca-.
¿Será distinto ahora con cuatro fuerzas pujantes en lugar de dos? El referente más cercano son las últimas elecciones autonómicas, donde ya concurrían Ciudadanos y Podemos. Extrapolando los datos de entonces a las distintas circunscripciones se observa que hasta ocho de ellas seguirían apostando todavía por la dupla PP-PSOE.
Es cierto que desde esas elecciones autonómicas hasta ahora ha llovido bastante, y que los sondeos han bailado mucho desde esta primavera. Pero también es cierto que fue un momento en el que, aun con Ciudadanos menos fuerte, Podemos era una fuerza mucho más pujante.
Así, de esos doce 'bastiones' en el que el bipartidismo es lo único que ha existido en las generales hasta ahora, ocho resistirían... pero cuatro caerían si aplicáramos esos resultados de las últimas autonómicas.
A la espera de salir de dudas el 20 de diciembre, al menos una cosa queda clara: hay lugares a los que los nuevos partidos parece difícil que lleguen todavía. Quizá sea por falta de estructura, o por tratarse de un fenómeno tan nuevo. Pero toda circunscripción suma en el camino hacia Moncloa.