El presidente Mariano Rajoy ha confiado a los hombres de Moncloa Jorge Moragas y, sobre todo, Álvaro Nadal la delicada tarea de elaborar el programa electoral del PP. Rajoy se lo ha pedido ya personalmente, por lo que, en el palacio presidencial, dan por seguro que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría vuelve a quedar al margen, perjudicada por su perfil "tecnócrata centrado en el trabajo de mesa y en inundar de informes" al jefe del Ejecutivo.
Según su entorno, Rajoy quiere menos papeleo para la preparación de las elecciones generales, y ha ordenado a Nadal que mantenga contacto asiduo y directo con los más variados sectores sociales, para testar su opinión y configurar así un programa más cercano a la realidad.
Por otro lado, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, aseguró ayer que "no hay ningún debate sobre el liderazgo" del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy. "Se ha visto claramente que todo el Gobierno y todo el partido está con Mariano Rajoy y estamos orgullosos de nuestra candidatura", afirmó.
"No hay ningún debate sobre el liderazgo de Rajoy porque es un liderazgo asumido por su Gobierno, como es evidente, y asumido por su partido", señaló. Casado defendió que en el PP hay "un liderazgo fuerte" y aseguró que "lo es en sí mismo". Subrayó que su liderazgo lo es "aún más" comparado con el resto de candidatos", que "son muy respetables pero que nunca han gestionado dinero público".
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