
La izquierda abertzale avanza con paso firme hacia las elecciones generales del domingo impulsada por el fin de la violencia de ETA, cuya agonía ya trastocó el panorama político del País Vasco en los comicios locales de mayo y ahora puede convertir por primera vez a los independentistas en la voz más representativa de esa comunidad autónoma en el Congreso de los Diputados.
Amaiur, la coalición que integra a sectores independentistas anteriormente apartados de las elecciones por sus vínculos con ETA, ganaría tres escaños, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), aunque otras previsiones le adjudican seis de los 18 diputados que saldrán electos en el País Vasco, lo que le permitiría formar grupo parlamentario propio y arrebatar por primera vez al Partido Nacionalista Vasco (PNV) su papel preponderante.
Las elecciones generales del domingo, que darán previsiblemente la mayoría absoluta en España al Partido Popular en un contexto económico difícil, son históricas en Euskadi, puesto que se producen por primera vez en ausencia de violencia después de que ETA pusiera fin hace un mes a sus más de cuatro décadas de actividad armada por la independencia del País Vasco.
El fin de la violencia beneficiará, según coinciden sondeos y analistas, a una izquierda 'abertzale' que en los dos últimos años ha seguido una estrategia de distanciamiento de ETA que se vio recompensada el pasado mayo con el logro de cotas de poder sin precedentes en los municipios vascos a través de la formación Bildu.
Una región muy rica
Pese a haber sido también golpeado por la crisis económica y el desempleo, el País Vasco, con algo más de dos millones de habitantes, es la región más rica de España - con un PIB per cápita que supera los 31.000 euros - y un elevado grado de autonomía recogido en el Estatuto de Guernica de 1979.
Pero no es de economía, sino de esperanza, de lo que se habla en cualquier conversación estos días en Bilbao, donde hay expectación por comprobar si se da un empate técnico entre las cuatro fuerzas más representativas - PP, PSOE, PNV y Amaiur - y por ver qué ocurrirá en Madrid si ésta última, en torno a la cual se agrupa un colectivo muy heterogéneo -algunos de ellos sin experiencia política-, recaba un amplio apoyo a su proyecto soberanista.
"Espero que aprendan a gobernar, a construir más que a destruir (..) quiero creerlo y espero creérmelo pero es muy difícil, hay muchos rencores y muchos temores que no se han superado, hay mucho desencanto", dice Pilar, una mujer de unos 45 años que cree que Amaiur puede beneficiarse esta vez del voto de jóvenes atraídos por un proyecto de corte izquierdista-soberanista.
Amaiur, a medio camino entre el nacionalismo ya representado por el PNV y las políticas de izquierdas que defienden otros partidos minoritarios, no tiene a primera vista mucho programa más allá del soberanista y de políticas como el acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas.
Objetivo: Gobierno vasco
Pero es previsible que, de obtener un buen resultado en las urnas en esta ocasión y con el respaldo logrado por Bildu en más de un centenar de ayuntamientos en mayo pasado, Amaiur ponga los ojos en la Lehendakaritza, la presidencia del Gobierno vasco.
"Que se adelanten las autonómicas, desde lo que pasó el 22 de mayo, sería una cosa que entra dentro de lo racional (..) en el Parlamento de Vitoria se están tomando decisiones cuando una parte importante de la sociedad vasca no está representada", dijo a Reuters Iñaki Antigüedad, cabeza de lista de Amaiur por Vizcaya.
"La foto del 20-N puede ser un aliciente más para que haya un adelanto electoral y un foro que esté identificado con el reparto social de las sensibilidades de este país", añadió en una entrevista en la Universidad del País Vasco, donde da clases de Geología.
La cámara de Vitoria salida de las urnas en las elecciones autonómicas de 2009 no cuenta con representación de la izquierda abertzale, que no pudo presentarse a unos comicios que ganó por votos el PNV pero que dieron el Gobierno vasco por primera vez a un socialista, Patxi López, gracias a un acuerdo con el Partido Popular.
El paso por la convivencia
El camino hacia el futuro del País Vasco pasa inevitablemente por Madrid, en los pasillos del Congreso y en el trato que el nuevo Gobierno, previsiblemente del PP y presidido por Mariano Rajoy, dé a los llamados nacionalismos periféricos.
También está por ver qué harán los representantes de Amaiur en Madrid, donde dicen que no irán "a gritar "Gora Euskadi Askatatuta" (Viva Euskadi libre) ni a patalear", afirma Antigüedad.
Rajoy se ha limitado a decir que no está dispuesto a hablar con ETA, pero tanto su medido discurso el día que la banda armada anunció el cese de su actividad como las palabras de dirigentes del PP vasco hacen pensar que se abre un nuevo tiempo de diálogo político.