Elecciones Generales 20N

Zapatero se despide con una agenda que se encoge

Solo tres preguntas contestó este martes el presidente del Gobierno en la que fuera su última intervención ante el Congreso de los Diputados. Cerró su discurso valorando la confianza en las capacidades del pueblo español y se fue a completar una agenda que se encoge por días, al tiempo que dejaba al resto de ministros ante una nutrida batería de preguntas.

Zapatero cierra la Legislatura. Con más canas, con más arrugas en los párpados, impoluta su presencia. Y lo hace con palabras suaves, pocas críticas al adversario y una agenda con nimios deberes institucionales para un jefe del Ejecutivo. El político leonés pudiera haber optado por un perfil bajo en su adiós a fin de no restar importancia a su candidato a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En la relación de actividades del presidente del Gobierno del 5 al 23 de septiembre, según datos del Ministerio de la Presidencia y Secretaria de Estado de Comunicación, José Luis Rodríguez Zapatero solo tiene trece actos, de los que se han de descontar tres consejos de Ministros.

Trece actos en la agenda de septiembre

Sus obligaciones han pasado por recepciones con alcaldes y presidentes de Diputación como el de León, asistencia al Senado, reuniones en Moncloa con el Fiscal General del Estado, entrega de distinciones, y poco más como la asistencia de este lunes al Congreso de los Diputados al acto de los retratos de los ex presidentes del Gobierno Manuel Azaña y Adolfo Suárez.

Pese a estar indicado por su agenda, el presidente no ha acudido al Pleno del Senado para la aprobación de la reforma constitucional que establece el principio de estabilidad presupuestaria en todas las administraciones Públicas. Días más tarde, Zapatero excusaba su presencia ante la Asamblea General de la ONU, en Estados Unidos, a donde acudirían el resto de líderes mundiales, enviando en su lugar a Trinidad Jiménez.

Ahora, a menos de dos meses para el 20-N, con una campaña electoral por delante, Zapatero -quien todavía mantiene la secretaria general del PSOE- ha sido el primero en adelantar su intención de participar en pocos mitines y dedicarse en su lugar a la crisis.

Entre tanto, su rostro cansado, ojeroso, su gestos faciales, el cansancio del presidente durante los últimos meses han ido ocupando las páginas de los medios de comunicación, incluso antes de que Rubalcaba fuera designado el candidato de los socialistas. Desde este jueves, el presidente ya no tendrá obligaciones con el legislativo. Sólo cabe esperar, si como hoy, hará una despedida a la francesa, cuando apenas le queda una sesión de control al Gobierno y unas votaciones en el Pleno.

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