Estados Unidos

West Point, una fábrica de militares: ¿Cuánto cuesta crear un héroe americano?

Fachada de la Academia Militar de West Point

Tan sólo 90 escasos minutos separan el trepidante y cosmopolita Manhattan de la fábrica de héroes militares por excelencia en Estados Unidos.

En una temporada marcada por la sanguinaria masacre en Irak y la imperiosa necesidad por nutrir las tropas norteamericanas con nuevos reclutas, la Academia Militar de West Point se erige como la legendaria cuna para la formación de la élite militar que lidera esta patriótica nación.

Amurallado y situado en una estratégica zona a orillas del río Hudson, el complejo de West Point se asemeja más a una fortaleza medieval que a uno de los centros de formación militar más innovador de EEUU.

Su situación geográfica lo ha convertido en uno de los puestos estratégicos más importantes del país y desde que fuera fundada el 16 de marzo de 1802, se ha convertido, además, en una de las universidades más exigentes del país.

La formación de cadetes

Sí, no se extrañen, esta academia militar nació con la idea de formar cadetes y especializarlos en ingeniería así como en el manejo de artillería, por eso hoy en día, todos sus estudiantes acaban por decantarse por alguna de sus 30 ramas de estudio, la mayor parte de ellas especializaciones en ciencias, aunque no se dejan de lado el derecho, las ciencias políticas o las humanidades. Así, al final de sus cuatro año de estudios, los cadetes consiguen una licenciatura en Ciencias.

Pese a la escasez de reclutas que el Ejército norteamericano está experimentando y su ansia por captar nuevos soldados, West Point, cuyas entrañas ha formado a figuras de la talla de Robert E. Lee, Douglas Macarthur o Dwight D. Eisenhower, cuenta anualmente con una lluvia de aspirantes que sobrepasa normalmente las 13.000 peticiones.

"El proceso de selección es muy riguroso y todos aquellos que sean admitidos deberán haber sido nominados por algún miembro electo del Congreso de EEUU", explicaba a elEconomista el general Tom Bryant.

De este desorbitado número de interesados, en el actual curso, alrededor de 1.314 estudiantes han sido admitidos. De este selecto número, tan sólo 12 cadetes son extranjeros que han sido elegidos a través de un específico programa internacional, en el que España se encuentra incluido, en el que algunos países de todo el mundo pueden nominar a sus propios aspirantes en convertirse en héroes americanos, con la obligación de regresar a casa tras terminar su formación.

El general Michael McBride, responsable de las admisiones internacionales, estimaba que el coste para los gobiernos envían soldados a West Point, "supera los 64.000 dólares anuales".

Medio millón de dólares

Entre entrenamientos de infarto, disciplina y largas horas de estudio, sorprende descubrir que todos y cada uno de los cadetes que son aceptados en West Point, cuestan a los ciudadanos estadounidenses más de 450.000 dólares por los cuatro que suele durar la enseñanza y entrenamiento.

Si echamos cuentas y se tiene en cuenta que el porcentaje de estudiantes que abandona la academia es muy reducido, el coste de formación de los más de 900 soldados que acaban graduándose alcanza los 500 millones de dólares. Además, durante su estancia en la academia militar cada uno de los reclutas recibe un salario anual que alcanza los 6.500 dólares.

Moneda de Cambio

Cada uno de los graduados en West Point se compromete a devolver los servicios prestados por lo norteamericanos sirviendo en el Ejército por un periodo de cinco años.

Por supuesto, en tiempos de guerra como el actual, Afganistán e Irak son destinos seguros para casi el 80% de los cadetes que completan su titánica formación, según estimaba uno de los portavoces del centro, que declinó hacer comentarios sobre el porcentaje de militares educados en la academia que han perdido la vida en la zona.

Durante una de las clases sobre terrorismo que se imparte a los reclutas el cadete William Mckencie, que se graduará este mismo año en la academia, reconocía el gran problema que se libra en oriente medio y reconocía que "algo no funciona correctamente en la estrategia militar en la zona".

Sobrevivir en Afganistán

"Creo que es importante fomentar la formación de los soldados estadounidenses en el extranjero para que aprendan a conocer otras culturas y a determinar que nuestro concepto de democracia puede no encajar en otras áreas del planeta".

Hay que destacar que gran parte de los soldados formados en West Point están obligados a cumplir parte de su formación fuera en un país extranjero, algo que no sucede en todas las academias militares de EEUU.

McKencie, que chapurrea un español con marcado acento latino, pasó seis meses en Chile y ahora se prepara para su próximo gran reto... sobrevivir en Afganistán.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky