
Banco Sabadell toma la iniciativa en el mercado hipotecario ofertando el crédito más barato hasta ahora en la modalidad de tipo fijo, con un interés del 1,9%. Con este movimiento, la rivalidad entre las entidades llega a un nuevo escenario.
Desde principios de año, la ventaja competitiva correspondía a aquellos que se adelantaban a las exigencias de la nueva Ley Hipotecaria, y ya asumían todos los gastos asociados a la firma de la hipoteca, como exigirá la norma que entra en vigor en junio. Prácticamente, todo el sector ha dado ya ese paso y ahora la lucha por ganar atractivo se traslada al tipo de interés.
Así, es previsible que otras entidades respondan a Sabadell rebajando más sus diferenciales. Ya en 2018 se vieron intereses de tan solo el 0,89% (en los préstamos a tipo variable). Y, a partir de ahí, no se puede descartar que algunas entidades busquen llegar más lejos, con medidas como sobrepasar el límite del 80% del valor de tasación del inmueble, que el Banco de España considera prudente. Sin duda, los bancos, lejos de vivir en un burbuja crediticia, se hallan presionados por la necesidad de competir más intensamente por la escasa demanda solvente de crédito.
La actual no es una situación de 'burbuja' crediticia, pero los bancos deben mantener las cautelas y controlar los riesgos
Además, la persistencia de los tipos de interés en mínimos, una actitud que ayer reafirmó el BCE, obliga a compensar la merma de ingresos con un aumento de la actividad en la concesión de préstamos. Ahora bien, por comprensible que sea esa situación, las entidades no deben confiarse.
Como advierte el regulador, supone un error fiar toda la mejora de los márgenes a una competencia demasiado agresiva. Resulta preferible continuar con la política de reestructuración interna y de impulso a la digitalización, antes de incurrir en el error de minusvalorar los riesgos.