Dia planea utilizará su red de tiendas en España como centros de reparto para la venta en internet. Más allá de elevar la eficiencia logística y ahorrar costes, la medida es prometedora ya que permitiría a la cadena aprovechar la amplia capilaridad de sus establecimientos (casi 3.500) para acortar los plazos de entrega. Daría con ello un importe avance en el mercado digital, que solo representa el 1,5 por ciento de sus ventas.
Es cierto que su situación de quiebra técnica y el conflicto entre la directiva y su principal accionista (Mikhail Fridman) podría impedir la puesta en marcha de este plan. Pero también debe reconocerse que si supera este crítico momento, impulsar la venta online es una vía adecuada para que Dia regrese al crecimiento.
