
Fridman se muestra dispuesto por primera vez a conceder un préstamo a Dia por el importe necesario para evitar la quiebra de la cadena de supermercados. Resulta evidente que el inversor ruso busca ganarse el apoyo de los minoritarios a su opa. No obstante, es de alabar que se preste a inyectar capital en la compañía de manera rápida, como le lleva tiempo solicitando el consejo de la empresa.
El problema es que su oferta sigue supeditada a la conclusión de la opa. Esta condición, unida al hecho de que Fridman rechaza la ampliación de capital que Dia necesita, retrasaría la llegada del préstamo y abocaría a Dia al concurso. Por todo ello, la oferta de Fridman sigue teniendo lagunas a la hora de resolver la crítica situación de la cadena.