
La Cámara de Comercio de Barcelona elegirá su nueva cúpula en mayo. Se pone así fin a un largo periodo en el que la Generalitat bloqueó el relevo en esta institución como en otras de semejante importancia económica, como la patronal Foment o la Fira.
En este momento, una vez que se puede asegurar que dos candidaturas independentistas pujarán por el control de la Cámara, es cuando se abre el camino de las elecciones. Es muy posible que el Govern busque resarcirse del fracaso a la hora de tomar el control de Foment.
Ahora bien, nada sería más perjudicial que la asfixia de la pluralidad en una institución como la Cámara, donde conviven 400.000 empresas de 150 países. Sus muy diferentes sensibilidades deben respetarse.