Ferrovial se mantiene firme en su decisión de vender el negocio de Servicios, incluida su filial británica Amey. Lo evidencia que, en sus resultados de 2018, la constructora se haya anotado una provisión de 774 millones por el bajo valor que el mercado atribuye a la filial.
A pesar de que el impacto por este deterioro podría llevar a Ferrovial a presentar pérdidas, la firma acierta al desprenderse de esta división para centrarse en las infraestructuras. Es cierto que en el pasado el área de Servicios dio buenos réditos, pero este tipo de actividades presenta ahora peores perspectivas, por la llegada de rivales más pequeños pero competitivos gracias a la tecnología. Por tanto, el esfuerzo que ahora exige pasar página en Servicios acabará beneficiando a Ferrovial.
