
El decreto de políticas sociales que el Gobierno presentará hoy no contendrá las medidas que suponían una derogación de facto de la reforma laboral de 2012. Trabajo se mantiene así fiel a su plan original de hacer plenamente partícipes a las patronales en todo proceso que modifique esta ley.
Sin duda, resulta fundamental escuchar las voces críticas con el alcance que tendría dejar en vía muerta medidas como la que dotaba de primacía a los convenios de empresa.
Volver a someter a miles de empresas a los convenios sectoriales implica privarlas de una herramienta que fue crucial no sólo para que pudieran preservar el empleo en tiempo de crisis, sino incluso para la misma supervivencia de estas firmas.