José Antonio Sánchez saldrá de la presidencia de RTVE el viernes por el cambio de Gobierno. Deja tras de sí dos años de buena gestión en los que ha logrado que el ente abandone las pérdidas.
Su marcha no llevará al PSOE a tomar el control de RTVE, ya que el nombramiento de su sustituto está paralizado en el Congreso. Los partidos no han llegado a un acuerdo sobre cómo se debe llevar el concurso público y la selección de candidatos y nada hace pensar que se pueda alcanzar un consenso hasta, al menos, septiembre.
Esto lleva a RTVE a entrar en un periodo de transición en el que no podrá tomar decisiones clave. Pero a cambio escapa del control político, lo que supone una buena noticia de cara a que el ente ofrezca un servicio público más imparcial.