
La vivienda aún es la opción favorita de inversión de los españoles. Con todo, muchos ignoran que es en las compañías cotizadas del sector, y no en los inmuebles, donde están las mayores rentabilidades. Los datos del Banco de España son claros: los activos de las socimis se revalorizaron de media un 15% en 2017, frente al retorno del 4,2% que ofreció el alquiler de pisos.
Esa diferencia tiene su traducción en la buena evolución que empresas como Merlin o Colonial exhiben en bolsa. Pero el ladrillo cotizado ofrece aún otras ventajas que el ahorrador debe ponderar. Así, esta forma de posicionarse en el sector es más flexible y no se sujeta a los inconvenientes de la mera adquisición de inmuebles, que exige un gran esfuerzo inversor e impide diversificar.