
El grupo de expertos que asesoran a Energía para elaborar la Ley sobre el Cambio Climático vuelve a aflorar la propuesta de subir los impuestos de los combustibles fósiles, especialmente del diésel. Estos analistas abogan por una fuerte alza del tributo del gasóleo (en torno al 30%) y reabren así el debate sobre una medida que el Gobierno lleva años barajando, pero que nunca se decidió a implantar.
Así ocurrió en diciembre de 2016, cuando su modificación de los impuestos especiales se limitó al alcohol y al tabaco. Sin duda, la fuerte presencia del diésel en España (se estima que un 60% de los vehículos que circulan por las carreteras montan estos motores) influye en esas demoras. Sin embargo, cada vez se antoja más difícil retrasar ese paso y Energía ya asume como "punto de partida" un alza gradual del 28% en este tributo.
La propuesta que los expertos presentan al Ministerio halla respaldo en las reiteradas protestas que la UE plantea a España por la baja recaudación de sus impuestos verdes. Pero lo realmente complicado es justificar ante Bruselas que el gasóleo tribute en España al tipo mínimo, por debajo de la gasolina, en unos tiempos en que la Unión vigila muy de cerca, tras escándalos como el que afectó a VW, la capacidad contaminante del diésel.
Además, ahora se abre ante el Gobierno la oportunidad de delegar una decisión fiscal tan delicada en las autonomías, dentro del proceso de reforma de su sistema de financiación. Está por demostrarse si las alzas fiscales serán tan altas como los asesores de Energía defienden, pero el aumento de la tributación del gasóleo parece inevitable. El diésel tendrá así que hacer frente a otro reto que compromete su futuro, tras el endurecimiento de la ley que supuso la normativa Euro 6.