Nissan y Renault exploran el camino hacia una fusión. Todo está por definirse aún y, aunque las dos marcas mantienen una alianza estratégica desde hace casi 20 años, conviene ser cautos. No en vano hay importantes escollos para esa operación, como la presencia del Estado francés en el 15% del capital de Renault. Además, tanto París como Tokio tendrían que dar su visto bueno a la operación.
No obstante, el hecho de que se están explorando vías para encontrar una solución es una buena noticia. Constituye una adecuada valoración de las sinergias (cifradas en 10.000 millones) que ambos fabricantes podrían generar y de la necesidad de seguir la tendencia dominante en el sector, que dio lugar a gigantes como Chrysler-Fiat, PSA-Opel o Volvo-Geely.
