Editoriales

El inversor particular, penalizado en ETFs

Los inversores institucionales muestran hasta qué punto los ETFs (fondos de gestión pasiva ligados a índices bursátiles) son atractivos. Las diez grandes gestoras españolas destinaron a estos vehículos casi 13.000 millones en 2017, un 20% más. Esa cifra se disparará en 2018, ya que la industria financiera tiene ahora los medios para igualar el tratamiento fiscal de los ETFs con los fondos tradicionales. Muy dispar es la situación del inversor particular.

La Dirección General de Tributos guarda silencio sobre el status que los fondos cotizados deben presentar a este tipo de clientes. Los ETFs mantienen así su penalización fiscal, lo que priva a los particulares de las ventajas de un producto muy competitivo. Tributos debe pronunciarse y terminar con esa discriminación.

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