Unión Fenosa Gas, la compañía participada por Gas Natural y la italiana ENI, renuncia al cuantioso proyecto (de casi 16.000 millones) de convertirse en el segundo mayor comprador de gas de Israel y reactivar su central de Damietta (Egipto). Es una retirada comprensible. El acuerdo comenzó a negociarse en 2014 y cuatro años son más que suficientes para convencerse de que resultan muy difíciles de solventar las trabas al transporte del combustible en suelo egipcio.
En esas circunstancias, resulta acertado que Fenosa Gas dé carpetazo a un proyecto en vía muerta y se libere a la hora de explorar otras oportunidades que Oriente Próximo ofrece. Los nuevos yacimientos que se están detectando en Líbano o Chipre son prometedores.