La bolsa europea rompió ayer sus soportes clave, marcados por los 3.300 puntos del Eurostoxx y los 11.830 del Dax alemán. Puede tratarse de un movimiento sorprendente, considerando que el factor que hizo caer al mercado la semana pasada se mitiga. Así, EEUU abre la puerta al diálogo con China y evitar una guerra comercial.
Es una buena noticia, pero también resulta cierto que ayer pesaron otros factores, como es la expectativa de Jens Weidmann, el candidato con más posibilidades de presidir el BCE, de que el eurobanco subirá tipos en 2019, lo que hizo apreciarse al euro. Esta combinación de fuerzas hace muy difícil predecir cuál será la evolución futura del mercado europeo. Son posibles más caídas, aunque las alzas marcadas en Wall Street podrían evitarlas.