
Los mecanismos financieros extraordinarios de Hacienda para las autonomías, como el FLA, están muy activos en 2018. Este año solo un territorio perteneciente al régimen fiscal común, Madrid, se priva de su uso, y, como en años anteriores, prefiere financiarse solo. La gran demanda que presenta el FLA en momentos como los actuales, de franca recuperación, resulta llamativa.
Es muy posible que las autonomías vean en él un modo de paliar las deficiencias que presenta un sistema de financiación caduco desde 2014 y sin visos de cambiarse. Hacienda debe corregir esta situación. Estos mecanismos excepcionales han tenido sentido en los momentos más duros de la crisis, pero ahora las autonomías están en condiciones de financiarse por sí solas.