La irrupción de gigantes del comercio electrónico, como Amazon o Alibaba, en el textil castiga a las firmas de moda. Todas ellas, salvo la japonesa Uniqlo, ven cómo sus márgenes caen desde 2012. Ni siquiera imperios de la talla de Inditex, H&M o GAP se libran de esta tendencia, que castiga a las acciones de las firmas en bolsa. Se demuestra con ello que la estrategia de las empresas de moda centrada en ganar cuota sacrificando rentabilidad, para así frenar a las multinacionales digitales, ha fracasado.
Urge, por tanto, que la industria textil revise en profundidad todo su funcionamiento para adaptarse a un nuevo usuario muy digitalizado. Con esta idea, la estrategia de Inditex de reorganizar su logística para reducir costes constituye un paso en la dirección correcta.
