Editoriales

Menor gasto y menos tabaquismo

El Ministerio de Sanidad estudia incorporar los tratamientos para dejar de fumar en el sistema de copago farmacéutico. Esta medida supondría que estos productos (que abarcan desde parches y chicles hasta medicamentos en sentido estricto) serían financiados en un 50% por la Administración. No es la primera vez que se plantea el regreso de las ayudas para los tratamientos contra el tabaquismo.

De hecho era una práctica frecuente de los sistemas sanitarios autonómicos antes de la crisis, pero varios Ejecutivos regionales tuvieron que abandonarla por los problemas que las turbulencias económicas causaron. En esos años, llegó también a cuestionarse su efectividad, situándola por debajo del 40% de los pacientes. Ahora, sin embargo, los expertos los consideran el mejor recurso para que, sobre todo, los grandes fumadores abandonen tan pernicioso hábito.

En cuanto a los problemas financieros que estos tratamientos plantean, debe reconocerse que Sanidad cuenta con cifras contundentes para avalar su entrada en el sistema de copago. Gastar 500 millones anuales en ayudas para dejar el tabaco puede ser una medida inteligente. No en vano, a largo plazo, contribuirá a ahorrar los 4.000 euros que requiere tratar a cada paciente afectado por enfermedades pulmonares relacionadas con el hábito de fumar.

Pero existen más razones que avalan este proyecto. España no es una excepción al descenso del número de fumadores que se observa en los países desarrollados. Con todo, todavía es el noveno país de la UE donde más se fuma. La reducción del tabaquismo, si además va a acompañada de beneficios económicos, sólo puede ser bienvenida en nuestro país.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky