A falta de poco más de un año para repetir como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, la actuación de Cristina Cifuentes no deja de ser cuestionada. Las críticas inciden en la incoherente gestión que Cifuentes realiza en aspectos como Sanidad y Educación, además del Canal de Isabel II.
Resulta incomprensible que ponga freno a la entrada de capital privado en hospitales y centros de salud y, de paso, garantice el carácter público del Canal. Para empezar, la contradicción en la que Cifuentes incurre echa por tierra las creencias liberales con las que dice identificarse. Pero lo más grave es que el olvido de sus principios políticos perjudica de manera notable a la calidad de la atención sanitaria y educativa que reciben los madrileños.
