
La política monetaria ultra laxa del Banco Central Europeo derrumbó la rentabilidad que los españoles obtenían por sus depósitos hasta el punto de cambiar su habitual perfil conservador. Esta transformación se refleja en el importante alza que viene experimentando la inversión en fondos. De hecho, el patrimonio gestionado por estos vehículos financieros supera el máximo del año 2006 y alcanza los 254.901 millones.
Sin duda el cambio se debe a una situación excepcional que tardará en revertirse. Pero constituye una buena noticia que el ahorrador español abandone productos conservadores con nulas ganancias, como los depósitos y las cuentas, y derive hacia productos más eficaces y rentables, como los fondos de inversión.