
Los bancos ya cobran a las empresas por las cesiones temporales. Este producto, similar a los préstamos con garantía salvo porque en las cesiones el vendedor no conserva la propiedad de los valores, nunca ha acarreado coste para el cliente. En principio, el cambio puede extrañar en un entorno de tipos al cero, pero se explica por la abundante liquidez con la que los bancos cuentan.
Es comprensible, por tanto, que las entidades no estén interesadas en elevar la remuneración de unos productos que no necesitan. Es más, cobrar por ellos constituye una fuente de ingresos adicional a la espera de la recuperación del negocio bancario. De ahí que las empresas deban ser conscientes que mantener inactivos los excesos de liquidez tendrá su coste.