
En 2016, el sector farmacéutico arrojó luz sobre uno de los aspectos más polémicos de su actividad: los pagos a médicos. Los asociados a Farmaindustria ya desglosan la cifra agregada y los motivos de esos pagos. Además, a partir de este año, se detallarán con nombre y apellido los facultativos que reciben cobros.
Todo ello eleva la transparencia en el sector y disipa las sospechas sobre presuntas prácticas ilegales. Por si fuera poco, tampoco los profesionales pueden alegar perjuicio fiscal, ya que Hacienda no considera las ayudas como pagos en especie. En este contexto, las acciones de laboratorios como Ferrer, que camuflan la información, o de Grifols, que ni la hace pública, constituyen una opacidad injustificable que perjudica al sector.