La responsabilidad de los actos vandálicos contra intereses turísticos corresponde, en primer lugar, a sus autores materiales, pero no debe ignorarse a quienes los justifican o no se pronuncian. Entre estos últimos se sitúa la Generalitat catalana. La jefa de la oposición parlamentaria en esa autonomía, Inés Arrimadas, valora en elEconomista la situación de forma adecuada, al tildar de"barbaridad" que el Ejecutivo del presidente Puigdemont eluda condenar unos actos que atentan contra un sector vital en Cataluña.
Puigdemont se pone así de perfil, para salvar su alianza con la CUP, una actitud que contrasta vivamente con la defensa decidida que ayer protagonizó el presidente Rajoy. Su llamamiento a "mimar" el turismo representa la única actitud responsable.
