
La victoria de Emmanuel Macron en las presidenciales francesas ya insufla confianza en las instituciones europeas. De hecho, la Comisión se siente con respaldo para lanzar, este mes, dos nuevas propuestas que abordan temas tan candentes como la globalización y el futuro del euro.
Pero la UE debe aprovechar también el efecto Macron para afianzar su postura ante el reto más importante que aún se le plantea: la negociación del Brexit. Finalmente, el populismo eurófobo no ha tomado las riendas de uno de los países clave del euro y del proyecto de unificación. Por tanto, Londres tendrá que debatir con un bloqueo europeísta más unido, lo que implica que debe moderar su pretensión de beneficiarse de un plan de desconexión a medida de sus exigencias.