
A pesar de la recuperación económica, el camino para que España alcance la meta del 3,1% de déficit no está exenta de dificultades. Existen dos cuestiones que preocupan: el rescate de las autopistas de peaje, y las ayudas a la banca (que podrían incrementarse si la situación del Popular se deteriora).
Fomento valora el rescate de las autopistas en 2.100 millones (la patronal lo eleva a 5.000 millones), mientras que un hipotética inyección pública en el Popular podría requerir de 12.000 millones. Por tanto, y a pesar de la previsión de recaudación récord, se deben valorar la posibilidad de que estas amenazas eleven el déficit hasta el 4%, incumpliendo con Bruselas. Máxime cuando no se prevén nuevas reformas ni ajuste del gasto público.