
Los usuarios de buses interurbanos presencian abaratamientos de los billetes de hasta el 40% en un año. Tales caídas se deben a la guerra en la que se embarcan las empresas del sector para lograr concesiones, hasta el punto de que son muchas las que recurren a bajas temerarias. Fomento tuvo que intervenir el año pasado, ordenando que ofertas de este tipo se excluyeran de varios concursos, pero no basta con esa acción.
El artículo del Reglamento de Contratación, que regula estos procesos, es aún demasiado laxo y sólo permite actuar contra los casos más extremos. Urge una reforma de esa norma para evitar que las concesiones se conviertan en meras subastas a la baja en un ámbito, como el transporte, en el que la seguridad debe primar sobre el precio.