Editoriales

Mayor información para el inversor

El mercado español ha dado importantes pasos en los últimos años a la hora de ayudar a los inversores a tomar decisiones con mayor seguridad. En el ámbito de la comercialización de productos, constituyó una decisión adecuada el diseño de un código de colores para catalogar el grado de riesgo que presenta una inversión, semejante al que identifica el consumo energético de ciertos bienes, como los electrodomésticos.

La protección aún será mayor en un futuro próximo, cuando la CNMV tendrá incluso la potestad de prohibir que aquellos productos que considera peligrosos salgan al mercado destinados al cliente minorista. Pero, hasta que llegue ese momento, lo cierto es que la mejor defensa para el inversor consiste en ampliar las fuentes de información a las que tiene acceso.

Por ello, constituye una iniciativa beneficiosa el propósito de la Comisión de hacer público, con revisiones en cada trimestre, el grado de tensión en que se encuentran los mercados españoles, de modo que quede identificado el nivel de volatilidad que presentan y la probabilidad de movimientos bruscos. La CNMV lleva años usando este termómetro para su funcionamiento interno y es, además, muy semejante a los que ya se aplican en otros países de la UE. Cuenta también con la ventaja de su amplio alcance (ya que abarca la renta variable, fija, los derivados o las divisas).

A ello se suma, lo muy intuitiva que resulta su lectura, ya que se basa en una escala que clasifica la tensión desde el cero hasta el uno. El inversor estará en condiciones de tomar decisiones con más base, en un momento en el que la mayor información es crucial, ya que la caza de rentabilidades obliga a asumir más riesgos e incluso los activos considerados refugio, como el bono, empiezan a dar sustos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky