
Los gestores de Unioliva reaccionaron, en octubre, a la crítica situación de la segunda cooperativa aceitera solicitando a sus socios que devolvieran los intereses cobrados. La medida no prosperó, pero Unioliva persiste en las reclamaciones. En concreto, pide una cantidad mayor, 25 millones, para cubrir las pérdidas en que incurrió el año pasado.
Es cierto que respalda ahora su solicitud con la presentación de un plan de viabilidad, que se votará el viernes. Éste presenta una hoja de ruta para la recuperación de la nueva inversión, pero sigue echándose de menos una clara identificación de los graves errores de los últimos gestores, para que no se repitan. Unioliva, por tanto, tiene que dar pasos más ambiciosos con objeto de volver a ganarse la confianza.