La buena racha de los bancos en la bolsa europea tiene un claro responsable: el BCE. El eurobanco abrió la puerta a una revisión a la baja de sus compras masivas de activos, lo que se interpreta como el primer paso hacia la retirada de los estímulos excepcionales y hacia futuras subidas de tipos. Esta expectativa sólo puede beneficiar a las entidades, ya que cada alza de las tasas de 0,25 puntos básicos eleva en 1.200 millones el beneficio de los bancos.
Se trata de un alivio de envergadura que, sin embargo, tardará en llegar. EEUU enseña que llevó años revertir la expansión cuantitativa y que las subidas de tasas también tardaron (la segunda en 10 años tendrá lugar en diciembre). Por ello, las entidades están aún abocadas a continuar con su propia reconversión interna.
