
Telefónica quiere participar en el previsible troceo de un operador brasileño en suspensión de pagos. Se trata de Oi, cuarta operadora de móvil, con un 19% de cuota. El reparto no implicaría ventajas frente a los rivales de Vivo (Telefónica) en el país, ya que sería equitativo. Pero serviría para acelerar la puesta en marcha de ofertas convergentes (fijo, móvil, Internet y TV).
Oi se presenta, por tanto, como una buena oportunidad para replicar ese modelo en Brasil, lo que permitiría a Telefónica diferenciarse en un país que supone el 20% de sus ingresos. Ahora bien, pese a las ventajas, y a la prudencia con la que la teleco aborda la operación, ésta no debe descuidar que también necesitará desinversiones para reducir deuda.