
El censo de cajeros automáticos aumentó en 1.250 durante el primer semestre del año, a la vez que se clausuraron 881 oficinas. La instalación de terminales sube por primera vez desde 2008 (aunque el adelgazamiento sufrido desde entonces sigue siendo del 17,17%) y manifiesta una estrategia acertada por parte de las entidades.
Las últimas generaciones de cajeros multifuncionales permiten ampliar la red de la banca a gasolineras y centros comerciales, y profundizar en el cierre de sucursales sin dejar a poblaciones o barrios desasistidos. Pero, sobre todo, apostar por los procesos automatizados genera ahorros al abaratar los gastos operativos. Una condición imprescindible para un negocio que todavía sufre por los tipos bajos.