Como era previsible, TP Ferro, la concesionaria del túnel del AVE a Francia entra en liquidación. Es el desenlace con el que ACS, accionista al 50 por ciento en la firma, presionó a Fomento desde 2015 para forzar el rescate público de un proyecto que no cubrió expectativas. Pero el Ministerio supo resistir, sin dejar de prepararse para afrontar la liquidación.
De hecho, Madrid y París crearán una gestora mixta que garantice el servicio que TP Ferro abandona. Pese a esa previsión, el conflicto sigue abierto, ya que ACS (e Eiffage) reclamarán 450 millones a España y Francia en concepto de compensaciones. Ante esa pretensión, Fomento debe mantener la firmeza hasta ahora exhibida y evitar la injusticia de que el Estado asuma todos los riesgos y costes de una concesión fallida.