
Abengoa presentó ayer los detalles del plan de rescate pactado con bancos y bonistas y que deberá ser ratificado por el 75% de los acreedores. Además de los detalles ya conocidos sobre desinversiones y los tramos de refinanciación de deuda, la hoja de ruta pone plazo al regreso de Abengoa a los mercados para financiarse con normalidad: entre seis y nueve meses.
La empresa se fija así un margen muy corto que demuestra hasta qué punto se toma en serio la consecución del que será un paso decisivo para su futuro. Financiarse por sí sola implicará el abandono de la respiración artificial que hasta ahora le proporcionaban los bancos, a través de inyecciones extraordinarias de liquidez, y supondrá el mejor síntoma de que Abengoa entró en una nueva etapa.