Editoriales

Aprovechar la financiación barata

El tipo medio de interés de la deuda española se consolida por debajo del 3%. Es más, todos los bonos que lanza el Tesoro hasta cinco años tienen una rentabilidad negativa. Esta situación reduce el atractivo de la deuda española para los inversores, debido a su reducido rendimiento, lo que les llevará a arriesgar más si quieren obtener rentabilidades. Pero de cara al apuntalamiento de la economía, las ventajas son más que evidentes.

Para empezar, implica que España se ahorra bastante más de los 1.500 millones que dijo el ministro de Economía. Luis de Guindos. Las continuas bajadas de la prima de riesgo proyectan la cifra hasta 2.000 millones de euros. Se trata del único buen dato con el que cuenta el país de cara a reducir el déficit de este año y afrontar en mejor posición los objetivos puestos por Bruselas en 2017 y 2018, que exigirán ahorros de unos 15.000 millones de euros para cumplir el déficit previsto.

España está ante una oportunidad histórica. Las políticas monetarias laxas de los bancos centrales, comprometidos en la adquisición de deuda soberana, originan que sea más sencillo aprovechar las fortalezas de la economía para paliar debilidades, como la elevada tasa de paro y el volumen de deuda pública, que supera el 100 por cien del PIB. Una prueba de que la política de Mario Draghi da sus fruto.

Hecho el trabajo del BCE, ahora toca al Estado ajustar el gasto público, profundizar en las reformas que funcionan, como la laboral, y poner en marcha otras para afianzar la economía, de cara a fortalecer al país ante futuros envites económicos. España debe aprovecharse de las innumerables ventajas que otorgan las políticas monetarios de tipos bajos impuestas desde los bancos centrales.

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