
Tres grandes fondos inmobiliarios británicos han tomado la decisión de cancelar los reembolsos de sus partícipes, dejando casi 11.000 millones de euros cautivos. El recurso a una medida tan excepcional como un corralito demuestra hasta qué punto Standard Life, M&G y Aviva se desangran por la huida de inversores, tras el sí del Reino Unido a su salida de la UE.
Sin duda, el inmobiliario es un sector especialmente expuesto a las incertidumbres del Brexit, debido a la pérdida de atractivo que sufrirá Londres como sede empresarial y financiera, y su escasa flexibilidad para capear las turbulencias, por su iliquidez. Ahora bien, el ladrillo es sólo la primera víctima de una involución que golpeará a la economía británica en su totalidad.