Editoriales

Más reformas para ganar libertad económica

Por octavo año consecutivo, elEconomista patrocina la publicación en España del informe Libertad económica mundial, coeditado por los institutos Fraser y Cato. El documento, en el que se calibran las condiciones para emprender y desarrollar sociedades en 157 países, demuestra hasta qué punto son aún necesarias mejoras en nuestro clima empresarial.

España vuelve a aprobar y logra una nota de 7,27 puntos sobre 10, pero baja dos puestos para situarse en el número 49 de la clasificación. No cabe cargar las culpas de ese retroceso a la actual incertidumbre política, pues las cifras se refieren a 2013. También es justo reconocer que en aquel ejercicio ya arrancaban algunas iniciativas clave, como la reforma laboral.

Sin embargo, pecaría de ingenuo quien diera por hecha una mejora capaz de situar a España, en posteriores ediciones, entre los 20 países económicamente más libres. El presidente de CEOE, Juan Rosell, fue contundente al afirmar que "queda mucho camino por recorrer". No en vano nuestro país puntúa especialmente mal en apartados clave como tamaño del Estado (puesto 116 de un total de 157). Según destacó el académico de Cato, Lorenzo Bernaldo de Quirós, la persistente hipertrofia se relaciona con la subida de impuestos con que se inició la legislatura, todavía no plenamente revertida, y con la conservación, aún vigente, de una estructura estatal anquilosada. Si a ello se añade el enraizamiento de una asfixiante regulación de la actividad empresarial (que sitúa a España en el puesto 123 en esta categoría), sólo cabe concluir que urgen más reformas en nuestro país para ganar libertad económica y que, como Rosell destacó, se necesita "impulso político" para hacerlas realidad.

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