
El PIB cerrará el segundo trimestre con un avance del 0,7%, según el Banco de España. Es una tasa aún meritoria, pero manifiesta una clara desaceleración respecto al 1,1 de hace un año y también en relación al 0,8% del primer trimestre de 2016.
El supervisor se muestra cauto, pero señala la ?moderación? de la confianza industrial. En otras palabras, en los últimos meses la inversión se retrajo. Dado que esta última depende de las decisiones a largo plazo de las empresas es lógico pensar que la interinidad reinante desde diciembre ha acabado pesando sobre los agentes económicos. Por tanto, urge disipar esas dudas, y evitar males mayores al PIB, aparcando los vetos y permitiendo que el ganador de las elecciones, el PP, forme Gobierno.