
En el entramado que la marca Ausbanc esconde, es casi imposible distinguir entre el patrimonio societario y el propio de su presidente, Luis Pineda. Por tanto, el análisis de las propiedades de este último arroja datos valiosos sobre la naturaleza real de esta organización. Y la investigación revela un emporio inmobiliario, que supera los 7 millones y que comprende desde pisos de lujo hasta terrenos agrícolas o un almacén.
El amasamiento de tal fortuna no se compadece con lo que cabe esperar de una persona cuya principal actividad conocida se vincula con una asociación sin ánimo de lucro. Las cuantiosas propiedades de Pineda, por tanto, cimentan aún más las sospechas de que fue la extorsión la ocupación real del presidente de Ausbanc.