
Casi desde su fundación en 1986, Ausbanc ha sido más que una asociación de defensa de los consumidores, hasta el punto de que creó a su alrededor todo un negocio basado en la publicidad destinada a sus numerosas publicaciones y la organización de actos.
Gran parte de esa faceta de Ausbanc la han nutrido los cuantiosos pagos procedentes de la banca; de hecho, sólo entre 2005 y 2014, la organización dirigida por Luis Pineda recibió casi 40 millones procedentes de diferentes entidades. A lo abultado de la cantidad, se suma el hecho de que la práctica totalidad de los bancos abrían su bolsillo, lo que durante años generó sospechas de que dichos pagos se debían a la acción extorsionadora de Pineda.
Corresponde a las autoridades, como ya están haciendo, investigar hasta qué punto la publicidad camuflaba la presunta labor chantajista de Ausbanc. Con todo, la Policía constata la existencia de otro tipo de pagos cuyo alcance es más hondo, en la medida en que pueden denotar que ciertas entidades se avinieron a entablar, mediante pago, pactos con Pineda para conseguir beneficios en aspectos muy concretos, como los conflictos judiciales que las cláusulas suelo motivaron.
Los desembolsos de Liberbank, BMN y Sabadell presentan ese cariz, según la Udef. En efecto, resultan sospechosas acciones como la propia de Liberbank, entidad que en 2013, justo cuando estalló el escándalo de dichas cláusulas, pagó una cantidad tan elevada como 1,13 millones en tan solo un día. Por tanto, los tres bancos tienen pendiente dar una explicación clara de los motivos que les movieron a destinar cinco millones a la asociación, y disipar las sospechas policiales de que se trata de pagos a cambio de favores.