Los datos del Registro Mercantil demuestran cómo los hijos de Mario Conde, Alejandra y Mario junior, gestionaban activos por valor de más de 66 millones en 2014. Pero lo más sospechoso es que, para llegar a esa cantidad, se produjeron saltos sin justificación aparente, como el dado entre 2009 y 2011, cuando pasaron de menos de 650.000 euros a más de 17 millones.
Es posible que tan pronunciado aumento se debiera a la repatriación y blanqueo del dinero que el patriarca del clan se apropió con motivo de la quiebra de Banesto. Los registros, por tanto, sitúan a los hijos de Conde en el ojo del huracán de la investigación y es posible que el juez deba tomar respecto a ellos medidas tan contundentes como las que han llevado ya al exbanquero y a su abogado a prisión.
