
Aún están recientes los datos que reflejaron el histórico avance del PIB en 2015, pero el gobernador del Banco de España lanza un aviso que trunca el triunfalismo. Luis María Linde fue contundente al asegurar que es posible que la economía se enfríe en 2016, creciendo por debajo del 2,8%.
La advertencia de Linde es oportuna. Por un lado, identifica los perjuicios de la inestabilidad política prolongada en la que los partidos se han instalado, especialmente en un contexto de turbulencias exteriores. Por otro, también alerta de la imposibilidad de tomar atajos para resolverla, elevando el gasto público e incumpliendo los compromisos fiscales, justo en el momento en el que el PSOE parece dispuesto a adoptar esa táctica para atraer a Podemos.