Editoriales

Una desaceleración que conviene prever

El PIB español está a punto de cerrar un año récord de crecimiento, aupado por el vigor de la demanda interna pero también por factores externos como el euro depreciado y el crudo barato. Pero éstas son fuerzas puramente coyunturales, como coinciden en recordar los técnicos del FMI y la CEOE, y su reversión es previsible.

De hecho, por sorprendente que parezca, la expectativa de una inminente alza de tipos en EEUU no impide que la moneda única se fortalezca. Por estas causas, la patronal estima que el PIB desacelerará en 2016 cinco décimas, hasta el 2,7%. Este posible escenario revela la necesidad de no fiar el crecimiento a inercias externas y de que el Gobierno que surja, tras el 20-D, continúe por la senda reformista ya iniciada.

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