
Sacyr trabaja para reactivar la autopista Pedemontana-Veneta, que unirá Vicenza y Treviso. La constructora cuenta ya con amplia presencia en el país transalpino, tanto en infraestructuras iniciadas (la autopista DG-48, por ejemplo) como otras en ciernes (la A3 de Nápoles a Regio Calabria), pero, paradójicamente, su proyecto estrella (la Pedemontana) está estancado desde 2009. La parálisis se debió únicamente a la dificultad para hallar fondos en plena crisis.
Ahora, el escenario es muy diferente y Sacyr acierta al lanzarse a aprovecharlo. No en vano las nuevas condiciones de financiación bancaria hacen factible su plan de obtener un crédito sindicado de 1.600 millones. A ello puede sumar el buen momento del mercado de capitales para una posible emisión de bonos.