Hacienda se ha topado con una partida de gasto oculta de 1.518 millones, propia del Ayuntamiento de Zaragoza y, sobre todo (1.318 millones), de Cataluña. Son gastos de 2013 que ahora tendrán que imputarse a 2015. Su afloramiento llega en un momento delicado, cuando el cumplimiento del objetivo de déficit se cuestiona. La baja cuantía de la cifra y la buena marcha de los ingresos públicos aún permitiría confiar en que el tope se cumpla, siempre que no se detecten casos semejantes en otros territorios.
Esa posibilidad no puede descartarse ante la permisividad y falta de control que Hacienda demuestra frente a las cuentas autonómicas, incluso a aquellas que pertenecen a regiones, como Cataluña, dependientes completamente del apoyo del Estado.
